El objetivo de la desratización es mantener la población libre de roedores a un nivel aceptable dentro de sus límites urbanos, eliminando su presencia de la vía pública, evitando los daños sobre redes eléctricas, conducciones de agua o cables telefónicos y evitando los ruidos que producen sobre obras en construcción.
Un plan Municipal de desratización debe abarcar mercados y mataderos, además de centros docentes, instalaciones deportivas, parques y jardines de la ciudad.
¿Alguna duda sobre la desratización?
Encontramos dos tipos de ratas: Rata gris y rata negra.
Rata gris
La «Rata gris» procedente de Asia, llega a Europa en el siglo XIII y entre sus características encontramos que es un predador en determinadas condiciones, se adapta a multitud de medios, creciendo sobre todo en lugares húmedos como desagües y alcantarillas, pero también a granjas y criaderos de animales.
Es de características omnívoras, comiendo cualquier alimento animal o vegetal y transmisoras de multitud de enfermedades, bien directamente a través de sus excrementos o bien indirectamente a través de sus parásitos (garrapatas y pulgas especialmente).
Es un animal muy destructivo en los inmuebles, pues destruye todo tipo de conducciones y en ocasiones llega a ser muy peligrosa ya que ataca cuando se ve acorralada.
Es uno de los animales con mayor descendencia que se conoce. «Una pareja puede tener miles de descendientes al año».
Rata negra
La «Rata negra» también es omnivora, no obstante, prefiere dietas ricas en cereales, por lo que es muy común en almacenes.
Es al igual que las anteriores procedentes de Asia y habita preferentemente en lugares secos y en las partes altas de los edificios.
No es tan prolífica como la rata gris y fue la gran responsable de la Peste Negra.
Es menos maligna que la rata gris, pero es capaz de trepar por cualquier superficie.